lunes, 17 de junio de 2013

EL TRIBUNAL SUPREMO ESPAÑOL CONFIRMA LAS CONDENAS A JON KEPA PRECIADO Y A ASIER RODRIGUEZ.

El Tribunal Supremo español ha confirmado la condena a 54 años de cárcel que la Audiencia Nacional española impuso a nuestro vecino, Jon Kepa Preciado Izarra, por la supuesta colocación el 1 de julio de 2003 de un coche-bomba frente a la sede de la compañía Iberdrola en Bilbao.
La sentencia dada a conocer este pasado miércoles, de la que ha sido ponente el magistrado Juan Ramón Berdugo, ha contado con el voto particular emitido por el juez Luciano Varela que ha mantenido el "rotundo rechazo de la muy errónea doctrina mantenida en la sentencia de la Audiencia Nacional española sobre la legitimidad de fundar una condena en declaraciones policiales". El magistrado tampoco comparte "con la mayoría" que la valía del informe caligráfico emitido policialmente "no constituya objeto del recurso" y sostiene que el "tribunal de instancia no puede motivar la afirmación de que el acusado es el autor de los textos debitados". "No ha podido valorar la prueba de la pericial, sino someterse servilmente a la misma, claudicando de sus responsabilidades jurisdiccionales", agrega.

Además la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española ha condenado por otra causa a 9 años de prisión al nuestro vecino por su presunta participar en un atentado contra la sede de Antena 3 y Telefónica en Bilbao el 14 de junio de 2003.

Así mismo el Tribunal Supremo español ha confirmado la condena a 22 años y seis meses de prisión que la Audiencia Nacional española impuso a nuestro vecino, Asier Rodríguez López, condenado por el supuesto lanzamiento de "cócteles molotov" dentro de un vehículo con el que se acercaban los agentes de la policía autonómica española, Ertzaintza, a una sede del banco BBK que estaba siendo atacada en Portugalete. Los magistrados han confirmado la validez de las pruebas de ADN realizadas a las muestras recogidas en unas ropas arrojadas en el tejado de una vivienda cercana al banco atacado. Los restos biológicos hallados en esa capucha fueron cotejados con los extraídos de un vaso de papel que supuestamente nuestro vecino empleó para tomar una consumición y que fue recogido por la policía. Además deberá indemnizar a los dos agentes policiales con 100.000 y 200.000 euros, y no podrá aproximarse a ellos durante cinco años tras su puesta en libertad.

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