Con intención de romper con el día a día y equilibrio personal de los presos y presas políticos vascos, los estados francés y español han llevado a cabo una sistemática política de traslados, cruel e inhumana, que solo busca provocar sufrimiento y angustia tanto para el propio preso como a sus familiares, amigos y amigas.
Esposados durante largas horas con las manos atadas a la espalda, en minúsculas jaulas metálicas; imposibilidad de llamar a la familia durante días y sin que se sepa su paradero hasta llegar a la cárcel de destino; amenazas; malos tratos; es lo que han tenido que soportar este año nuestros compañeros/as encarcelados durante los traslados efectuados en el estado español o en el estado francés por las diferentes Policías.
Claro ejemplo lo tenemos en este mismo pueblo, ya que durante las ultimas fechas hemos conocido el traslado de nuestro vecino, Jon Kepa Preciado, desde el penal gaditano de Algeciras hasta la cárcel de Alcolea en Córdoba, o el caso ya sangrante, por reiterativo de Jon González, trasladado en el ultimo año en al menos 6 ocasiones, y agravada esta situación ya que se da la circunstancia de que nuestro vecino tendría que estar en el penal valenciano de Picassent junto con su compañera e hijo, ya que tiene 2 sentencias judiciales que así lo decretan, pero de nuevo ha sido sacado este mes de allí, para ser enviado a la prisión madrileña de Estremera, donde dicen que esta su cárcel de destino y donde se encuentra en la actualidad, en el modulo de aislamiento. Aunque Jon tiene derecho a que le sea respetada su paternidad, esa circunstancia no se da y por ello exigimos que sean eliminados todos los obstáculos que le impiden estar junto a su compañera e hijo.
Ya basta de esta criminal política penitenciaria, si nuestros vecinos/as encarcelados deben ser trasladados, es a sus pueblos, ya que les queremos en casa, vivos y libres.
Y como no recordar el día de hoy, marcado en negro en el calendario de este pueblo, hoy precisamente se cumple el noveno aniversario de la muerte de Igor Angulo en el penal de Cuenca, una muerte provocada por esta misma criminal política carcelaria, que solo busca el aniquilamiento de nuestros compañeros y compañeras encarcelados, una política que vulnera los mas elementales derechos humanos, una política igual de vigente al día de hoy, como hace 9 años.
Debemos de terminar con esta política penitenciaria asesina, es una obligación de todos y todas y entre todos lo podemos lograr, merece la pena luchar por ello. Nuestro pueblo lo necesita, los presos y presas políticos vascos lo necesitan al igual que sus familiares y nosotras mismas, ya que no queremos que sucedan mas casos, como el ocurrido hace 9 años.
GORA EUSKAL PRESO ETA IHESLARI POLITIKOAK
GORA IGOR
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