Nuevamente, el momento político viene marcado por los operativos policiales dirigidos a terminar con la solidaridad y la defensa de los derechos de las y los presos y exiliados y de sus familiares y allegados. Esta vez, el gobierno español ha querido atacar directamente el derecho a la asistencia médica de confianza de nuestros familiares encarcelados y, al mismo tiempo iniciar un ataque frontal contra los familiares y allegados de las y los presos y exiliados. Para quienes conocemos la labor de estas dos asociaciones, la denominada Operación Pastor, dirigida contra Etxerat y Jaiki Hadi no tiene otra lectura. Todo esto, apenas dos meses después de que el gobierno actuara contra el derecho a la defensa jurídica y a las garantías procesales y también nuevamente, contra la solidaridad hacia las y los represaliados.
Cualquier avance en un proceso de paz, necesita de la restauración de los derechos conculcados. El gobierno español camina a todo trance, en la dirección contraria. En materia de derechos humanos, no podemos hablar por tanto de inmovilismo, sino de involución.
En sentido contrario se sitúa la mayoría social, sindical y política vasca. Nuestra esperanza y nuestra confianza sigue siendo esta mayoría social que se posiciona contra las vulneraciones de derechos y por el fin de la dispersión.
Son muchos años ya arrastrando esta difícil situación. En el momento actual, nuestra situación no admite sutilezas: el nuestro es un sufrimiento estéril que beneficia únicamente a la política de la venganza frente a la lógica de la paz y la resolución. Es momento de enfrentarlo con la decisión necesaria para ponerle fin.
EUSKAL PRESO ETA IHESLARI POLITIKOAK ETXERA !!
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