sábado, 30 de enero de 2016

AZKEN OSTIRALA SANTURTZIN -URTARRILA / ENERO- (70 PERSONAS).

En Euskal Herria es bien conocida la situación que atraviesan los presos y presas políticas vascas, sometidas a medidas de excepción que vulneran sus derechos humanos y generan un gran sufrimiento, a ellas y a todo su entorno afectivo. En este sentido, es patente que la mayoría social de este país está urgiendo a los gobierno español y francés a dar pasos en positivo, poniendo fin a estas medidas de excepción y aplicando una política penitenciaria basada en tres pilares: derechos humanos, resolución, paz. Junto a lo anterior, creemos que es el momento también de hablar de los exiliados y exiliadas políticas vascas, cientos de ciudadanas de este país que se encuentran dispersadas por todo el mundo y cuya situación también hay que abordar dentro del proceso de resolución y paz.
En nuestra opinión, el primer estadio para asentar ese proceso es el respeto a los derechos humanos de todas las personas. Por eso, nos parece básico que las personas exiliadas puedan recuperar su identidad y vivir dignamente. Estamos hablando de cientos de ciudadanos y ciudadanas vascas que llevan 5, 10, 20, 30 años en una tierra que no es la suya, a miles de kilómetros de los suyos y muchas veces con un océano de por medio. Padecen casuísticas distintas, pero encontramos a personas sin papeles, sin un domicilio legal ni acceso a cuestiones tan elementales como la sanidad, sin posibilidad de tener un trabajo en regla y muchas veces subsistiendo en situaciones realmente límite. Entre ellos se encuentran varios ciudadanos vascos que fueron deportados a miles de kilómetros, sin ningún tipo de cobertura legal. 

La persecución que sufren estas personas dificulta en gran medida su día a día y su relación con Euskal Herria. Y viven bajo la permanente amenaza de sufrir distintas medidas de excepción: detenciones bajo legislación especial, guerra sucia, entregas, euroórdenes, procesos de extradición, confinamiento, deportación, … Todas estas situaciones y medidas especiales alimentan la espiral del sufrimiento, tanto para las personas exiliadas como para su entorno más cercano. Y creemos que en el camino hacia la resolución y la paz es imprescindible dejar estas realidades en el pasado. En esa dirección, nos marcamos dos prioridades en relación a los exiliados y exiliadas políticas: garantizar su derecho a vivir dignamente y lograr la desactivación de las medidas de excepción que padecen.
Y para terminar hoy también queremos recordar que el pasado 24 de Enero se cumplía el 8º aniversario de la muerte en el exilio de Cabo Verde de nuestro vecino, Endika Iztueta, una muerte cuyas causas aun siguen sin esclarecerse, tras la versión dada por la policía del país africano, afirmando que se trató de un robo. Causas que seguramente jamás conoceremos.

Euskal Herrian libre bizitzeko eskubidearen alde,
ENDIKA GOGOAN ZAITUGU !!

No hay comentarios:

Publicar un comentario